jueves, 30 de julio de 2015

Oh, no...

Hola!
Como llevaba tantísimo tiempo sin publicar entradas, hoy toca unas cuantas jajaja.
Empecemos por el comienzo. Dos días antes de embarcar (recordemos que habíamos quedado en que el 22 tendría que estar allí), la madre me preguntó por Skype si tenía todo preparado y ya le dije que había hecho el check in y todo. Entonces me dijo, y cito textualmente (traducido, obviamente): estamos muy emocionados, tenemos muchas ganas de conocerte en persona!! Nos vemos en el aeropuerto a las 17:15. XX
Bueno, ese fue el último mensaje suyo que recibí en España. Al aterrizar mi avión en Niza, recogí mi maleta y salí a donde supuestamente me estaría esperando la madre y puede que algún niño. Busqué por todas partes y no la encontraba por ningún lado. Como ya estaba en otro país, no tenía datos, así que tampoco podía contactar con ella, por lo que decidí esperar por si se habían retrasado. Estuve casi tres cuartos de hora esperando y al final opté por acercarme a un bar en la zona del aeropuerto de las salidas para ver si cogía wifi. Una vez allí me conecté a Skype y le empecé a mandar mensajes preguntándole dónde estaban, si les había surgido algo o qué había pasado. Sin respuesta. La llamé por Skype y no lo cogía, hasta que finalmente me manda un mensaje y me dice: "acabamos de llegar a la villa desde la Isla de Man. Pensábamos que llegabas mañana. Coge un taxi que te deje en una intersección (me mandó unas coordenadas que tenía que enseñarle al taxista) y ahora va James (el marido) a buscarte allí". Bueno, finalmente, tras casi dos horas en el aeropuerto sin saber a dónde ir, ni hablar el idioma, salí fuera y pregunté dónde se cogían los taxis. Me mandaron a tres sitios diferentes y al fin llegué a uno que por suerte, hablaba bastante bien inglés. Casi una hora después, llegamos a la intersección, con el contador en unos 150€, el doble de lo que me había costado el billete de avión. De repente, vemos que un Porsche Cayenne negro precioso se para detrás del taxi y era James, que bajaba a pagarme él el taxi. Y menos mal porque no tenía tanto suelto.
Luego ya llegamos a la villa que habían alquilado y aquí llegó mi asombro (esta vez, por suerte, mucho más positivo). Seguiré en la próxima entrada con mi sorpresa, que no quiero alargarme tanto!

Eso sí, el viaje de avión muy chulo! Os dejo algunas fotitos.










Saludos!

'Stay tuned'

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